INGREDIENTES

 Para esta cosmética natural utilizo gran cantidad de ingredientes, de diferente procedencia:

Plantas recolectadas en el monte, como la caléndula silvestre, el cantueso, el helicriso... siempre respetando las plantas y su entorno, evitando esquilmarlas y tomando solo lo necesario. La recolección es, en si misma, un diálogo con la naturaleza y una experiencia hermosa que me encanta disfrutar. Posteriormente las plantas se dejan secar o se utilizan para alguna preparación.

La recolección responsable es un diálogo con la naturaleza.

Caléndula silvestre, recién recolectada.

Preparados caseros, oleatos, tinturas o hidroglicerados, infusiones, decocciones... como la tintura de rosa, el gel de aloe vera casero, el gel de fenogreco, el oleato de caléndula o el de violetas.

Productos habituales en la cocina: como el aceite de oliva, el arroz, la avena, el limón, la cáscara de huevo, cúrcuma, jengibre,  etc.

Otros productos específicos adquiridos en tiendas especializadas: aceites esenciales, tensioactivos, plantas ayurvédicas, principios activos... todos ellos seleccionados de buenos proveedores, primando cualquier producto de origen vegetal, ecológico, BIO y de Comercio Justo.

Los envases son de diferentes proveedores. Intento buscar siempre la opción más sostenible y que al tiempo, se adecue a las necesidades de cada persona, por eso uso envases de aluminio y de cristal, que son los que recomiendo. Sólo uso plástico como último recurso, para preparados cantidades que no tienen muchas más opciones. En cualquier caso, lo importante es la gestión de los residuos y su reutilización, ya sea en cosmética o en otras opciones.

En cuanto al empaquetado, también he optado salvo en el caso de las bandejas de regalo, por sobres de papel reciclado, del mismo modo que en la tarjetas, para que sea más sostenible.

En fin, detrás de esta cosmética hay una filosofía de vida que pasa por el respeto y la comunión con la naturaleza. Tomar con cariño de ella para disfrutarla en nuestro propio cuerpo.