Spira surge del amor por la naturaleza, de mis paseos por la sierra de Huelva y el diálogo con las plantas.
A partir de ahí, del interés, de la investigación autónoma, del estudio y la experimentación, a la usanza de las antiguas curanderas, he ido desarrollando diferentes formas de aprovechar lo que la tierra me ofrece para cuidar mi otra tierra, mi cuerpo, mi piel... y si cuido la mía ¿por qué no hacer partícipe a otras personas?
Utilizo ingredientes de mi entorno en prácticamente todas las recetas, al tiempo que adquiero otros especializados, tratando siempre que sean lo más respetuosos con el entorno y con la piel, para mejorar los resultados y hacer productos agradable de usar que tengan un efecto positivo en la salud de nuestro cuerpo y nuestro cabello.
Cada preparado es una pieza de artesanía: nunca son completamente iguales. Se van perfeccionando en cada elaboración, según las persona que los encargan, las plantas cosechadas, los oleatos elaborados o los principios activos que voy descubriendo. Considera que las fórmulas están vivas y crecen a la par que yo.
El nombre de Spira (que hace referencia a las vueltas de una espiral), está relacionado con mi concepción de vida, como un camino que nos adentra en quienes somos realmente: el camino de la autenticidad que reside en nosotras, de nuestra VERDAD.
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