El cantueso (lavandula stoechas), es una de las plantas más comunes de mi entorno con propiedades similares a la de otras plantas de la familia de las lavandas, y por lo tanto, con muchas cualidades para la piel. Pero lo que más me apasiona de esta, y otras plantas que crecen silvestres en el monte, es su resiliencia, su capacidad para crecer, al sol y la luna, con calor o con frío, a expensas de la lluvia caprichosa. Por eso las plantas silvestres tienen una naturaleza especial: los seres humanos no somos necesarios para su crecimiento y desarrollo; son así desde hace miles de años y su genoma no ha sido alterado para su aprovechamiento: son auténticos regalos de la tierra.
Sus propiedades se aprovechan en esta crema de pies, tanto en forma de oleato como de decocción. Incluye también el preciado AV de jojoba y AV de coco y manteca de karité, aloe vera y manteca de karité.
Como aditivo especial, la urea, cuya principal propiedad es la capacidad de impedir que la piel pierda agua, y es por lo tanto, especialmente hidratante, favoreciendo el tratamiento de la hiperqueratinosis (engrosamiento de las capas superiores de la piel), o la dermatitis, psoriasis o eccemas. La urea que utilizo se sintetiza en laboratorio y está permitida en cosmética natural.
Uso: una o dos veces al día, esparcir una pequeña porción sobre la planta del pie bien limpio, especialmente en las zonas más maltratadas, haciendo un suave masaje. Recomiendo el uso por la noche, antes de dormir; deja una sensación muy agradable.
Fantástica!!
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